miércoles, 17 de agosto de 2011

"Como cuando soplas las velas" - Alberto Giner

Y te encanta...(Marta se queda dormida sobre sus piernas. Norte se levanta con cuidado, pone un cojín bajo su cabeza, y se sienta en el suelo, cerca de su cara) Te encanta que sea un ñoño, pero ¿sabes qué? Un Día lo odiarás que lo sea, cuando seamos viejos y llevemos cincuenta años juntos, seguro que no te gusta nada que sea un ñoño, me criticarás con tus compañeras del taller de bolillos. Cuando llegue a cada con un ramo de flores o te diga cosas bonitas al pasear, seguro que te pareceré ridículo...Con el tiempo le restamos importancia a las cosas y eso es un error grandísimo ¿sabes?, deberíamos multiplicar su valor por mi cada vez que se repiten, para que no se pierdan nunca, no se podría vivir sin las pequeñas cosas. (se da cuenta de que se ha dormido) Yo no podría vivir sin ti... y lo sabes. (se levanta, le tapa con una manta, le da un beso, vuelve a sentarse.)

A veces me quedo mirándole mientras duerme, me pongo de cuclillas y la mira de cerca, acerco mi cabeza a su pecho y escucho sus latidos, uno a uno, parece que me hablan me dicen que me agarre a cada segundo que deja caer el reloj, con firmeza, como un koala en su árbol, un árbol que crece y crece, que cada día es más alto, alto como un rascacielos desde donde divisarlo todo, desde donde ver las cosas pequeñas, tan pequeñas como las hormigas que cargan una tras otra las migas que han caído en la merienda, que cargan fuertes a nuestros pies, y el sol arriba, fuerte también, enrojece las pieles y los corazones, y hace calor, un calor que hace salir a la calle, que me saca de la casa que me sueño todas las noches, que revoluciona una tras otra las partes de mi cuerpo, que me hace sudar, sudar tanto que parece que cada poro de mi piel este llorando, y mientras tanto suena una canción, suena mal pero bien, suena a viejo tocadiscos, sueña a cuando mi abuelo se sentaba a contemplar el mar desde su balcón, suena a brisa, a niños en las piscina, suena a jugar debajo de un árbol mientras mi abuela canta y se inventa la letra... suena a los latidos de Marta, uno a uno. Me encanta escucharte dormir.

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